"El cazo de Lorenzo" es una sencilla historia por la que se puede motivar a los niños sobre el valor de la tolerancia aplicado a aquellos niños que son "especiales". En este caso se trata de una discapacidad intelectual, pero podrían ponerse muchas otras que hacen a algunos niños diferentes pero iguales. Iguales en derechos, pero diferentes por circunstancias que les afectan. Cuando se educa la tolerancia desde la más tierna infancia, sacamos adultos tolerantes, capaces de aceptar las diferencias como algo normal, algo que se puede y se debe integrar. Es una bonita reflexión que sirve para educadores siempre.
Este cuento nos puede aportar mucho a Pablo Tierraseca y a mí para afrontar el trabajo sobre autismo.